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Ecofeminismo

  • Foto del escritor: Laura Sofía Ñungo Fernández
    Laura Sofía Ñungo Fernández
  • 18 feb 2020
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 24 jun 2020




“Abracadabra es una palabra de protección y de atracción. Es darle vida y espíritu a todo lo que nos rodea. Nace de la necesidad de sanar y cuidar”.

Marcela Porras & Alexa Taobada


Abarcando las practicas ecológicas por parte de movimientos de mujeres, me concentré en investigar la agrupación bogotana Abracadabra, que funciona desde finales de 2016 en la capital. Sus fundadoras son Marcela Porras, psicóloga de la Universidad Javeriana y Alexa Taobada, comunicadora social de la Universidad Distrital.


Inicialmente, esta agrupación nace de una colectiva llamada Sana que sana colita de rana, un grupo feminista con ideas de cuidado ambiental y del cuidado a la mujer. Ellas no continuaron juntas y de ese grupo se deprendieron dos colectivas: Yerbateras y Abracadabra. La primera, con un enfoque para trabajar con grupos y dirigir talleres de cuidado corporal a las mujeres a través de las plantas, el segundo de ellos, también realiza talleres y actividades grupales, pero tiene un enfoque donde también puede hacerse terapias menos públicas y realizar proceso más individuales y privados.


El objetivo de Abracadabra es ejercer un cuidado autónomo y autoconsciente para que las mujeres nos liberemos de la medicina patriarcal, occidental y tradicional que se nos ha enseñado desde el mundo capitalista de la salud, para que tengamos nuevamente una conexión y empoderamiento con: nuestras emociones, nuestro cuerpo y con la naturaleza, a partir del autodescubrimiento y de la recuperación de saberes ancestrales.


Esta nueva búsqueda de las mujeres por lo natural y por volver a lo básico puede relacionarse con Melucci, pues él plantea en su texto que los movimientos de mujeres utilizan narrativas simbólicas que va más allá de las condiciones de vida de las mujeres; para este caso en específico, las mujeres salen de su espacio de medicina tradicional para explorar nuevas formas y alternativas de medicina, que pueden entenderse como un espacio simbólico.


Sus creadoras han pasado por proceso personales y profesionales que fueron ingredientes fundamentales para crear e inspirar la “pócima”, Abracadabra. Estudios en aromaterapia, viajes por América Latina, acercamiento a comunidades indígenas y campesinas, conocimientos ancestrales con mujeres indígenas del Putumayo, intercambio de saberes medicinales entre mujeres, expresiones artísticas, teatrales y meditativas; han sido alguno de los procesos por los cuales sus creadoras han atravesado para que se constituyera su proyecto feminista que no solo incluye sus aspiraciones profesionales sino que también las involucra de manera íntima y personal.


Marcela se identifica como psicoterapeuta transpersonal, es una rama de la psicología que integra los aspectos espirituales y trascendentes de la experiencia humana, pero teniendo presente el marco de la psicología moderna. Se trata de remitirse a las experiencias, procesos y eventos que transcienden el ser humano y que se ven reflejados posteriormente en su cuerpo, por esta razón, Marcela cree que el cuerpo es como un mapa que es un constante espejo de nuestras emociones, de nuestro subconsciente y de situaciones sociales que hemos somatizado por años.


Este tipo de psicología es fuertemente criticada por la parte de la psicología clínica y científica al clasificarla como pseudociencia y como técnicas no valoradas ni certificadas; sin embargo, eso no ha sido impedimento para que la colectiva continúe con su proyecto y con sus continuos aprendizajes en temas naturales.


Las creadoras creen que las terapias exploradas desde la psicología transpersonal son importantes y que a las mujeres les sirve expresar a través de la oralidad sus dolores y sus relaciones de estos con su pasado. Sin embargo, reconocen que en las plantas existen un poder vibracional y físico con las que se puede crear a través de la alquimia, medicina natural y artesanal que también produce cambios en la vida de las mujeres.


Por esta razón, y como lo plantea Falquet, todo movimiento de mujeres tiene su propia lógica, Abracadabra realiza una integración de estas dos técnicas para tratar a las diferentes mujeres que llegan a ser parte de los encuentros, actividades, talleres, sesiones personales y demás eventos. Entonces, parte de las herramientas que utilizan dentro de sus trabajos son: los círculos de palabra con varias mujeres, el “palabreo” –para compartir experiencias-, terapias personales, masajes corporales, talleres artísticos para explorar el cuerpo como forma de expresión, la meditación y por supuesto, el arte de los aceites, las conservas y las plantas.


Los productos con los que trabajan son realizados por ellas mismas, cada producto es realizado de manera consiente y artesanal, mantrando cada producto. Venden aceites de uso corporal y para aromaterapia, lubricantes sexuales, ungüentos, pócimas mágicas y extracto de cannabis. Las plantas con las que trabajan son básicamente marihuana, cultivada por indígenas Nasa y la ruda cultivada en fincas de Silvania-Cundinamarca.


Parte de su financiación como colectiva es la venta de estos productos al público y el aporte voluntario que cada persona esté dispuesto a dar por las experiencias que ofrecen.


En cuanto a las mujeres que asisten a estos espacios, son por lo general de diferentes edades, de diferentes culturas y con distintos conocimientos; "la idea es que se compartan saberes ancestrales y que entre todas se construya un dialogo de nuestra sexualidad, de lo que callamos, de lo que reímos y lo que sufrimos", dice Marcela.


Principalmente la colectiva se ha trazado dos proyecciones a futuro: en primera instancia está el de crear un libro de sabiduría ancestral de mujeres sobre brebajes naturales para cuestiones emocionales y físicas, la idea es reunir muchos saberes y crear de manera colectiva el libro. Por otro lado, está la creación de círculos de dialogo donde a partir de un tema en común –un arquetipo-, puede ser un libro o una película salgan a flote cuestiones sobre el bienestar y la personalización de las pócimas para nuestro cuidado.


Uno de los desafíos con los que se han topado continuamente es el manejo constante y juicioso de redes sociales, las creadoras son conscientes que para realmente visibilizar su colectiva y que tenga renombre deben mover su información y contenidos por las plataformas más conocidas. Este es uno de los elementos a los que también quieren poner mayor dedicación.


Para más información sobre Abracadabra:

Instagram: @abracadabra.naturalartesanal


Trabajo realizado en 2018.


Bibliografía

· Melluci, Alberto. (1999). Acción colectiva, vida cotidiana y democracia. El Colegio de México. Capítulo I. Teoría de la acción colectiva. 25-54 pág.

· Falquet, Jules. (2011). Mercado laboral y guerra. Hombres en armas y <<mujeres de servicios>>. En Por las buenas o por las malas. Las mujeres en la globalización. Universidad Nacional de Colombia. Facultad de ciencias Humanas. Bogotá. 57-82 pág.



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